Gustavo Presa: “Las Bestia Bikes son muy cómodas para la ciudad”
Gustavo Presa, además de practicar waveski, es el presidente de la Asociación Mundial de este deporte. ¿Cómo hace para llegar a todas partes? Se mueve con una Bestia.
Defínete, ¿quién eres?
Soy Gus y soy Geógrafo. Hago mapas. Trabajo en Endesa desde hace casi 20 años, más o menos el mismo tiempo que llevo practicando waveski.
Para quien no lo conozca ¿qué es el waveski?
Es un deporte de deslizamiento que se practica en el mar. Está englobado dentro de las federaciones de piragüismo, aunque realmente es más parecido al surf. Se hacen las mismas figuras y se practica de la misma manera.
Es un deporte poco popular, tuvo su pico de popularidad en los 60 y 70. Últimamente donde más tirada tiene es en Francia.
¿Cómo conociste este deporte?
Fue de rebote cuando llegué a trabajar a Sevilla. En la capital andaluza se hacen muchas actividades de piragüismo en el río.
El primer verano tuve un primer contacto, nunca había remado, siempre había sido jugador de baloncesto… Lo probé y me gustó mucho, pero sentía que me se me quedaba corto.
Entonces me di cuenta que se podían coger olas con una piragua y empecé a plantearme alternativas.
El waveski es más sencillo que una piragua y menos voluminoso. Encargué una tabla a una tienda aquí en Sevilla y ese fue el comienzo. A partir de ahí vino rodado. Me hice una página web para ayudar a la gente, empecé la promoción, me puse a competir en Portugal, una cosa llevó a la otra y mira… Cuatro mundiales para el quinto (que se ha retrasado hasta 2021).
Me hice una página web para ayudar a la gente, empecé la promoción, me puse a competir en Portugal, una cosa llevó a la otra y mira… Cuatro mundiales para el quinto.
Descubriste este deporte con más de 30 años ¿Cómo ha cambiado tu vida?
Durante toda mi vida he hecho deporte, por lo que en realidad tampoco ha cambiado tanto. Este deporte, como escalar, montar en bici o cualquier deporte al aire libre, lo que requiere es que dediques al 100%, todo tu tiempo libre.
Además, para mí es un deporte de fin de semana. Vivo en Sevilla y necesito desplazarme al mar. Por lo tanto, nunca hago ningún plan. Mi círculo sabe que si ese fin de semana va a haber olas, olvídate de mí. Te condiciona tu tiempo libre.
Y la bicicleta, ¿ha formado siempre parte de tu vida?
Cuando estudiaba en León la carrera, era mi medio de transporte. Iba a entrenar en bici, a la universidad… Todo lo hacía con mi bici. Me la robaron y dejé de utilizarla.
En Sevilla me pasó lo mismo, iba a todos lados en bici y, al tiempo, me la robaron. Este año, con el tema del Covid, me planteé volver a andar en bici. Quería una bicicleta que me sirviese como medio de transporte. La idea era cambiar el transporte público por la bici, además la buscaba eléctrica. Vivo a 8 kilómetros del trabajo, considero que es una distancia perfecta para ir en bici.
¿Cómo conociste las Bestia Bikes?
Fue casualidad. En realidad estaba empezando a mirar bicicletas cuando un íntimo amigo mío me comentó que en Zamora un amigo suyo tenía un proyecto local, algo diferente.
A mí las cosas diferentes me gustan, además me encanta apoyar los proyectos locales. Se juntó que era el amigo de un amigo y el producto era original. Por estética y forma se acerca mucho a lo que siempre me hubiese gustado tener.
¿Qué nos puedes decir de estas bicis? ¿Cómo es montar en una Bestia?
Yo no tenía ninguna experiencia previa, no podía compararla con ninguna bicicleta eléctrica. Eso es un handicap para mí porque no puedes comparar. Pero cubría lo que quería.
Primero, estéticamente son una pasada. El diseño y la estética para mí es muy importante. Aunque claro, el tema del rendimiento también me importaba. Me daba igual que corriese mucho o poco, Sevilla es una ciudad plana pero yo vivo en un pueblo y hay una cuesta muy grande, de verdad, enorme. Necesitaba que la subiese. Tenía que tener la potencia suficiente para subirla. Y lo hace, cubre todas mis expectativas.
Además, son muy cómodas para la ciudad. Es bajita y llevas una postura muy agradable. Con estas bicis haces el esfuerzo que tú quieras. Pero, cuando vas a llegar a casa y te encuentras esa gran cuesta, que no soy capaz de subir con una bici normal, con mi Bestia la subo sin problemas. ¡Es una maravilla! Los fines de semana suelo dar una vuelta grande, unos 30 kilómetros y también aguanta perfectamente.